Page 24 - HOSPES DREAMS Verano
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Después comencé a plantearlo como una novela y entonces empieza a haber psicología del personaje y veo fotografías para enterarme de detalles que no te cuenta lo que has leído. Ahí entra no solo la pasión, sino otro tipo de emociones como la empatía o el enfado. Muchas veces hasta te frustra porque te falta un dato o porque no lo entiendes. En el caso de Alejandra (Alexandra Feodorovna, la última zarina de Rusia) es una mujer muy compleja, no es particularmente simpática, por lo que hay muchas cosas que rmas en primera persona pero que están radicalmente en contra de lo que opinas. Esto no es tan duro como algunos escritores dicen, pero sí provoca algunos con ictos.
y corregido. En este caso en particular, como el camino ha sido tan largo y con tantos altibajos, la presentación fue muy especial, porque me rodeó un montón de gente con la que tengo amistad y lazos de afecto profundos. Yo distingo mucho mi trabajo de lo que soy. Mi novela tiene mucho de mí, pero mi vida, por salud mental, está centrada en otro tipo de cosas. Si mi libro gusta, fenomenal; si no gusta, no he acertado.
¿Cómo es Espido Freire?
Soy una persona que intenta mantener un equilibrio constante entre las emociones y el pensamiento. Racionalizo mucho y tiendo a tamizarlo todo por
¿Cómo es el momento de presentación de un libro y esperar la opinión de los lectores?
Yo no suelo darle mucha importancia en general porque en ese momento mi trabajo ya ha acabado. Empieza otra etapa, que es la promoción, y yo facilito todo lo posible a los libreros y a la editorial para que el libro se venda, pero ahí yo tengo poco que hacer. Mi labor acaba cuando entrego el libro escrito
el intelecto. Yo creo que posiblemente lo hago porque soy emocionalmente muy sensible y me afectan las cosas mucho más de lo que en un principio podría parecer. He elegido un trabajo que es una pasión y eso signi ca que, constantemente, esas emociones están proyectadas. Lo que siento lo comparto, por eso muchas veces te hace ser más intensa de lo habitual y, en el día a día, hay que rebajar esa intensidad.